La “Caput Porci” formación en cabeza de cerdo o formación en Cuneus era
la formación característica de las Legiones Romanas a la hora de ejecutar una
maniobra ofensiva contra un enemigo en campo abierto durante la época bajo
imperial. Se cree que esta forma táctica de disponer los efectivos de la legión
en el campo de batalla tiene su origen en los primeros encuentros con los
Germanos y fue posteriormente especializándose y adaptando a la forma de lucha
de la Legión.
Esta formación consistía en un cuadro denso y compacto en el que cuando
la columna de ataque tomara contacto con el grueso del enemigo y debido al
empuje de los soldados de la retaguardia de la formación, esta se iría
deformando hasta convertirse en una especie de cuña donde toda la fuerza se
concentra en un solo punto, el centro, para romper la formación enemiga y abrir
un hueco en el frente del adversario, esta formación era apoyada por la caballería
y auxiliares en los flancos para evitar ser envueltos desde las alas del
contrario. La formación en cuneus se caracteriza por ser una columna
profunda, cerrada y plegada a diferencia del Orden de Batalla en triplex acies y
en quincux que ordinariamente se caracterizan por ser una formaciones
delgadas, extensas, y desplegadas.
Está claro que este tipo de formación es una táctica de choque que nos ofrece una
columna compacta y densa que facilita la movilidad y una mayor fuerza de
penetración para abrir un hueco en el frente enemigo y así romper toda su
formación pudiendo de esta manera comenzar el combate cuerpo a cuerpo tras los
escudos y a la orden “contendite vestra sponte” ("Enfrentaos
a vuestro rival"), los legionarios asumían tras la rotura de las líneas una
disposición agresiva y atacaban a cualquier rival que se les opusiera en la
forma característica de la Legión Romana, pinchando con el gladio.
Las tácticas del ejército Romano apenas
variaron durante toda la época imperial y solamente en algunas ocasiones cuando
hubo que luchar contra los bárbaros, se recurrió de nuevo a la antigua falange,
pero es a partir de las reformas de Diocleciano y Constantino cuando se adoptó esta
formación aprendida de los germanos, el cuneus, formación de “cuña truncada” en
forma de trapecio con el menor de los lados paralelos frente al enemigo la
hacía ideal como formación ofensiva en los ataques, su debilidad estribaba en
que si no se rompían las filas enemigas en los primeros momentos estos podían flanquear
a la legión y envolverlos creando una bolsa que los aniquilaría.
La táctica de formación en cuneus tuvo su primer origen en las primeras guerras contra los germanos que atacaban en bloque compacto con sus grandes hachas.