Los Vélites o la Infantería ligera, constituía esta una unidad de infantería móvil que luchaba integrada en la legión
romana, sobre todo en tiempos de la República, y quedando mas tarde como residual o
anecdótico hasta las reformas de Augusto donde finalmente desaparecieron.
Los vélites en su origen eran lanzadores
de jabalina y hostigadores o escaramuceadores en general, y no tenían una
organización precisa ni una función definida en el campo de batalla. Eran
utilizados según las necesidades y de las diversas situaciones de la contienda
como hostigadores o mensajeros o proveedores.
Estos soldados, los vélites eran normalmente reclutados mediante levas entre los
estratos económicamente más bajos de la ciudadanía romana y entre aquellos
que aún no eran considerados con edad suficiente para formar parte de unidades
de infantería pesada, normalmente entre los 16 y los 25 años de edad. Según nos
cuenta Polivio en su “Historia Universal bajo la República Romana”, los criterios
para asignar a un varón a una u otra unidad del ejercito estaban sujetos por su nivel de renta, su edad, su
experiencia y las condiciones físicas del varón.
En los
primeros ejércitos romanos existían dos clases de infantería ligera, los rorarii
y los accensi estos serían los
precursores de los “vélites” pues eran considerados de entre los más pobres de
los soldados, ya en los siglos II y III a.C. los “rorarii”
y los “accensi” se convirtieron en vélites y fueron repartidos entre todos los
demás grupos de infantes a razón de entre veinte y cuarenta hombres por manipulo, se convirtieron estos en las
tropas más móviles del ejército romano, su forma de luchar consistía
básicamente en lanzar sus “jabalinas ligeras” y sus “pilum” contra el enemigo,
para más tarde retroceder y meterse entre las líneas de los “hastati” y los
“prínceps”.
Los vélites dentro de la legión no formaban sus propias unidades, unos
cuarenta de estos infantes eran asignados a cada manípulo de hastati y princeps, y en
ocasiones a las unidades de triarii .
A diferencia del resto de la infantería, los vélites adoptaban una
formación abierta y poco cohesionada, sin estructura concreta, que les permitía
una mayor movilidad ante el enemigo y un rápido avance y retirada, formaban en
orden abierto al frente de las legiones para retirarse a la retaguardia o los
flancos mientras los Hastati formaban en primera línea y empezaban el combate cuerpo a
cuerpo. Generalmente eran utilizados en primera línea, para acabar con los
escaramuzadores rivales antes de comenzar el combate y más tarde ayudaban consiguiendo la desorganización enemiga, estos vélites continuaban durante la batalla con el
acoso al enemigo desde los flancos e incluso en ocasiones podían ser llevados a grupas por
la caballería cuando se perseguía al rival en retirada.
Muchas batallas se resolvían sin necesidad de que intervinieran los manípulos de la infantería pesada, tan sólo con la intervención de los vélites y su lluvia de venablos se podía resolver la batalla en
favor de la Legión ya que ocasionaba el pánico en las filas enemigas con poco
espíritu de lucha.
Los vélites tienen una especial importancia en la
lucha ya que son ellos los que dan comienzo al enfrentamiento y posteriormente
continúan interviniendo desde la retaguardia de los manípulos de primera línea
de batalla.
Tras las reformas militares en el 107 a. C. por Cayo Mario, que revolucionaron el ejercito de
Roma debido a la escasez de hombres adultos para el servicio militar acabaron
con los distintos tipos de unidades que tradicionalmente imperaron en los
ejércitos, fueron suprimidos los requisitos de edad y riqueza para alistarse,
ahora los soldados se unían voluntariamente al ejército para hacer carrera, más
que para servir a la urbe. Todos eran equipados por el estado con un
equipamiento estándar como una misma infantería media.
Los vélites fueron sustituidos por tropas auxilliae, estas tropas locales de soldados irregulares, adoptaban ahora
sus roles, como la escaramuza y las maniobras de flanqueo, también tenían por misión abrir las marchas y como exploradores para proteger
a la infantería pesada, la tradicional legión como todo el mundo la conoce .
ARMAMENTO DE LOS VÉLITES.
Los vélites Considerados como infantería ligera y escaramuzadores dentro del ejército consular romano, portaban entre su panoplia varias jabalinas ligeras (hastae velitares), que arrojaban al enemigo a distancia para su hostigamiento y romper así sus formaciones, la longitud de estas jabalinas estaba entre los ochenta y los ciento veinte cm, y su grosor no era mayor que un cm, estaban hechas de madera endurecida y las formas de sus puntas eran muy variadas. Podían portar también un pilum más pesado y poseían ondas cortas.
Los vélites portaban como defensa en la cabeza un casco o yelmo de cuero
acolchonado llamado Galeae, que solían cubrir
con pieles de lobos, osos u otros animales para ser más fácilmente
identificables para sus comandantes y también parecer más fieros ante el
enemigo o tan solo por el orgullo de portarlo en batalla y conseguir lo antes posible ascender al rango de "hastati".
Para el combate cuerpo a cuerpo, también portaban una espada corta, esta, al
igual que las gladius de la infantería pesada era un arma para dar estocadas,
aunque también era muy útil a la hora de hacer cortes. No llevaban ninguna armadura,
salvo contadas excepciones que portaban algún tipo de pectoral de bronce o cuero, y se
protegían con un escudo circular (parma velitaris) de unos noventa cm de
diámetro, fabricado con láminas de madera o mimbre forrados con pieles de animales curtidas.